Mientras

7/31/2007

Alguna vez he escuchado la vida de los ojos, el temor de la inseguridad, la alegría del tono junto con las miradas, la concordancia del sentir con el expresar, he escuchado los silencios, como también los ruidos de las frases mal compuestas, de las palabras innecesarias, los temores del corazón también los he escuchado; poseo un buen oído, eso es todo. No dejo escapar el tono de clamor en algunas miradas, escucho los insultos de los desprecios, escucho también la verdad ante los ojos; escucho, sin querer hacerlo, lo que hablan las personas mientras yo estoy casi sumido en otra conversación y no puedo dejar de ofuscarme o sonreír ante las opiniones del resto en temas q quizás no me incumben, escucho los pasos antes q el resto, y reconozco los sonidos mas familiares, escucho mis miedos y frustraciones antes de digerirlo por completo. Muchas otras veces soy capaz de alejar cualquier sonido de mi mente pero sin capacidad de escuchar, será q este sentido mío es solo cuantitativo cuando lo desea?. He llorado y he reído en silencio, he vivido y he amado con cautela, me he tapado los oídos tratando de no escuchar lo que algunas miradas me quieren decir, podría sonar absurdo pero no lo es en lo mas mínimo. Estas palabras no son códigos visibles, creeme que no, si no pudieras ver, las escucharías, si no es así te doy mis condolencias. Saca los puntos y las comas y explora el silencio y todo lo q este tiene para decir, yo mientras tanto; mientras tanto…

Sumando

7/12/2007

En noches blancas, en versos aislados, en palabras en recodos, en silencios carismáticos, entre nostalgias acumuladas, entre voces lejanas, entre marcas sangrantes, entre calamidades causantes de flagelos, en lo que marca el paso del tiempo; minutero y segundero, verso y rima mutan en miradas que no reflejan nada. Serán solo parte de “algo” y aquel algo no es más que cariños con recelo, más que factores fríos de tertulias matinales; cigarros se consumen, el té se enfría, las piezas del domino caen sin detenerse siquiera un instante en marcas blancas y negras. El cielo cae en noche y aparece en día, la bruma espesa solo es un reflejo así como tantas palabras que quisiera olvidar. Si no me arrepiento no soy voz del GRAN CAMBIO. Consciente o no, mis dedos sienten hielo sin marcar gran diferencia, sin causar mayor referencia. Las caricias solo son de alcoba, las sombras serán lo que marque la vida, mas no se detiene en milésimas cobardes. Uno más uno son dos, y así sucesivamente, suma y resta y veras que no hay nada claro. Códigos legibles, más quisiera yo, que fuese diferente. Siento la nostalgia del que cae encima. Dejar de interpretar para comenzar a sentir. Si, es lo único que me queda.